¿Sigues tomando cerveza comercial, es decir, Corona, Indio, Tecate, Dos Equis Lager, Heineken…?
Si tu respuesta es sí, déjame decirte que podrías estarte perdiendo una de las experiencias más exquisitas para tu paladar, porque degustar una cerveza artesanal te ofrece una fusión de sensaciones, olores y sabores como probablemente nunca has experimentado con esta bebida.
El mundo de la cerveza artesanal va mucho más allá de hablar de cervezas claras u oscuras. Las puedes encontrar de alta o baja fermentación; con un mayor o menor grado de alcohol; de sabores intensos o suaves; de cuerpo robusto o ligero. Podría asegurarte que sus características son infinitas, todo dependerá de la creatividad de los maestros cerveceros.
Si a estas características únicas en cada cerveza artesanal, agregamos un buen maridaje, la experiencia será aún más sorprendente. Por ejemplo, una cerveza Porter o Stout –que suelen tener notas de chocolate o café- resultan ser una buena acompañante para un postre de chocolate. ¿Hubieras imaginado esta combinación? La danza de sabores en tu boca será una experiencia seductora para tu paladar.
Esta mezcla es posible porque la elaboración de las cervezas artesanales es diferente a la de las comerciales. Una artesanal se caracteriza por el uso de materias primas naturales, sin conservadores ni aditivos, estabilizantes químicos o algún otro elemento que diluya el producto. La carbonatación sucede durante la fermentación de manera natural, no se les realiza un proceso de pasteurización, lo que hace posible conservar todas sus propiedades organolépticas, es decir, su sabor, olor y color.
Además, precisamente por ser un producto artesanal, esta cerveza es elaborada a baja escala y de forma independiente. Un personaje clave es el maestro cervecero, quien es el encargado de buscar y lograr los sabores que desea en la bebida para sorprender a quien va a disfrutar de ella. Esa es la clave del procedimiento artesanal: el ciudado de cada detalle en su realización, mimando el elíxir que está por nacer.
Podemos decir que cada cerveza artesanal es única. En ella se prioriza la calidad, no solo la rentabilidad. Algunas cervezas artesanales únicamente están disponibles durante una temporada del año. Un ejemplo de ello es la cerveza Lupe Reyes de la cervecería Minerva, la cual sale a la venta hacia finales de año, para coincidir con el conocido maratón festivo que va del día de la virgen de Guadalupe (12 de diciembre) al día de Reyes Magos (6 de enero).
Otra de las bondades de consumir una cerveza artesanal es que estarás ayudando a fortalecer la economía local, pues los cerveceros artesanales generalmente son pequeños productores intentando ganarse un lugar en el mercado, frente a las grandes marcas industriales. Tu consumo, además de resultar placentero, contribuirá a fortalecer al gremio artesanal y con ello el surgimiento de nuevas creaciones que disfrutar.
Podrás darte cuenta que una cerveza comercial está lejos de brindarte este tipo de experiencia al momento de consumirla, en gran medida porque al estandarizar procesos han reemplazado ingredientes básicos -como el lúpulo- por sustancias químicas. Una vez que pruebas una cerveza artesanal descubres no solamente un placer, sino también una fascinante gama de nuevos sabores que se van revelando poco a poco, en cada trago.
Quienes disfrutamos del gozo de tomar cerveza artesanal estamos en una constante búsqueda de nuevas opciones, que en ocasiones sorprenden de una forma deliciosa y en otras resultan un desafío para el paladar.
Así que no lo pienses más. La próxima vez que quieras tomar cerveza, que sea artesanal. Déjate seducir y sorprender por los encantos naturales de la malta (base de los sabores), el lúpulo (clave para la espuma y el sabor amargo) y la levadura (factor de la fermentación), con sus múltiples variantes.
[ Denise Rojas ]