3 feb 2015.- En un primer informe enviado al Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, el gobierno mexicano presumía «avances sustanciales», sobre todo por la creación de más burocracia. Pero se cruzó el caso Tlatlaya y el de Ayotzinapa, y los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales señalaron no sólo nulos avances sino graves retrocesos en la actuación de las fuerzas de seguridad a los tres niveles de gobierno. El margen de tolerancia a la demagogia oficial se redujo a cero.
[ Reconocer una crisis de derechos humanos ya no es suficiente. ]Para los que lanzan un YA BASTA, los que exigen replantear totalmente el funcionamiento de los cuerpos policiacos y militares, dedicamos la canción de Gabylonia, «Abuso de poder»: