23 julio 2015.- Persiste la indignación por el ataque armado en Guerrero contra un grupo de normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, y la desaparición forzada de 43 estudiantes arrestados por elementos de seguridad locales y federales. Hasta la fecha no hay rastro de los muchachos, ninguna de las hipótesis oficiales ha resultado creíble y los reiterados intentos gubernamentales por dar carpetazo a ese episodio han sido severamente cuestionados en México y en el extranjero.
El caso de los 43 normalistas se ha convertido en el símbolo de las desapariciones forzadas en México, de la violencia institucional, de los vínculos entre fuerzas armadas y la delincuencia organizada, de la corrupción y la impunidad en todos los niveles de gobierno.
Periodistas, medios internacionales y artistas continúan abordando el tema por ser una muestra de la extrema desigualdad social, económica, política y jurídica que impera en México.
Guerrero: El monstruo en las montañas
Un excelente trabajo periodístico y visual del periodista Matt Black para The New Yorker, con apoyo de The Pulitzer Center on Crisis Reporting. El autor recoge las voces de familiares y amistades de los desaparecidos, quienes expresan el dolor, la desesperación y la impotencia, sentimientos compartidos por miles de personas que han experimentado situaciones similares en la última década en México. «En Guerrero se condensa la violencia y se sintetiza el drama que vivimos», dice un activista.
Barrio Mexicano: Yo soy Ayotzinapa
https://youtu.be/1wbZv6QXNEQ
Una gran cantidad de músicos han expresado su solidaridad con los estudiantes de Ayotzinapa [ ver rolas ]. Esta es la canción de Barrio Mexicano: «Yo soy Ayotzinapa» (2015), una pieza cargada de rabia e indignación (compartida en Twitter por @Lolareinadelsur).
La gráfica contra el olvido
La artista escocesa Jan Nimmo desarrolla, a manera de work-in-progress, una serie de cuadros digitales en los que construye pequeñas historias de cada uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Con sensibilidad, Nimmo incorpora en cada imagen detalles asociados al origen, los lazos familiares, el entorno y la vida de los normalistas así como elementos iconográficos que les confieren una sólida y distintiva personalidad. Son piezas informativas, reclamos visuales que, sin embargo, destilan una enorme dulzura.
«Es un labor de amor. Empecé en octubre [de 2014]. En agosto ya tendré los 43, pero es un tributo a todos los ausentes», nos comenta Nimmo acerca de este trabajo. La serie se puede apreciar en: Jan Nimmo en Flickr.
Ayotzinapa es una herida que no cierra, una flama que no cesa. Es el botón de muestra de lo que ocurre en todo México.
[ Gerardo Moncada ]
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