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Resulta conmovedora «Un asunto de familia» (Manbiki kazoku, 2018), la película escrita y dirigida por Kore-eda Hirokazu.
Es una espléndida historia acerca de una familia cuyos integrantes sobreviven en la azarosa convergencia de trabajos mal pagados y actividades reprobadas por la sociedad, como robo a tiendas y prostitución.
Como toda familia, son un abanico de caracteres (con sus variantes íntimas), pero capaces de unir fuerzas para enfrentar avatares comunes y compartir un secreto común, todo en un equilibrio tan frágil como la supervivencia misma de esa pequeña colectividad.
Kore-eda ha logrado una película redonda en todos los sentidos, con un guión sólido que dosifica con maestría detalles relevantes, que maneja varios giros con enorme eficacia, que nunca cae en el melodrama y que desarrolla el relato con gran honestidad.
La historia fluye con excelente ritmo y las actuaciones de todo el elenco son espléndidas.
Esta historia conmueve por ser cruda y al mismo tiempo profundamente amorosa; es el relato de los grandes esfuerzos que exige la vida familiar, y lo fácil que pueden ser malinterpretados por los demás.
Detrás de las cámaras
El director y guionista Kore-eda partió de una pregunta: ¿Qué hace a una familia? A partir de ella tejió un drama inteligente, sensible, ubicado en los barrios bajos japoneses pero con destellos de humanismo.
La cinta obtuvo un reconocimiento unánime en Europa, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 2018 y el diario británico The Guardian la incluyó en su lista de las 15 películas más importantes del siglo 21.
En esta entrevista, el director Kore-eda reflexiona acerca de sus influencias cinematográficas y de aspectos relacionados con la historia que narra este filme:
[ Gerardo Moncada ]