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Adiós al lenguaje (Adieu au language, Jean-Luc Godard, 2014) es un constante desafío al espectador, es un bombardeo de imágenes e ideas disidentes, un grito de protesta ante el conformismo. El público sigue la narración fragmentaria de un encuentro amoroso, con imágenes que por momentos son difusas, sobreexpuestas, poéticas; con encuadres atípicos; con situaciones coloquiales y chocantes en contraste con televisores que proyectan escenas de películas románticas del Hollywood de la primera mitad del siglo XX.
Godard cuestiona la situación de los libros ante la hiperconexión en tiempos del internet, en el que se puede encontrar cualquier información pero abundan las frases inconclusas, las ideas apenas esbozadas, no hay propiamente diálogos porque “estar cara a cara inventa al idioma”.
Los personajes describen el mundo que les rodea: “El presente es una bestia extraña”… “Las imágenes son el asesinato del presente”… “Hoy en día, todo el mundo tiene miedo”… “El hombre, cegado por la conciencia, es incapaz de ver el mundo, lo que está fuera, dijo Rilke”… La pareja avanza en un diálogo crítico que se torna complejo, denso, conforme decae la relación y los amantes se distancian.
Tan solo un ejemplo: las dos grandes invenciones:
-El infinito y el cero, dice el hombre.
-El sexo y el amor, responde la mujer.
La reflexión de Godard es sobre el amor en un presente fracturado y, peor aún, el amor como elemento de una realidad política, económica, social y cultural. No es casual que en los créditos Godard incluya a Conrad, Valéry, Freud, Derrida, Faulkner, Artaud, Cocteau, Aragon, Hugo, Proust, Apollinaire, Flaubert, Beckett, Sartre, Benjamin y otros pensadores y escritores.
-No pudo hacernos humildes, o no supo. O no quiso. Así que nos hizo humillados…
-¿Quién?
-Dios.
En contraposición, a lo largo del filme aparece un perro que pasea por el campo con la mirada y la espontaneidad que han perdido los adultos.
Jean-Luc Godard es un cineasta que gusta de sacudir al público, tanto en los temas como en la forma en que los aborda, trastocando las convenciones básicas de la narración cinematográfica. Por eso, desde sus primeros filmes se le consideró un vanguardista. A sus 88 años (nació el 3 de diciembre de 1930), sigue retando al espectador.
En 2014, Adiós al lenguaje obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Cannes, compartido con Mommy, de Xavier Dolan.
El 13 de septiembre de 2022, en Suiza, Godard decidió terminar sus días por muerte asistida. Fue una muestra más de su extraordinaria lucidez, pues se veía afectado por «múltiples patologías discapacitantes». De esa manera, tuvo pleno control de su muerte como lo había tenido siempre de su obra y de su vida.
[Gerardo Moncada]Otra cinta de Godard:
Masculino femenino (1965).