9 jul 2015.- En América Latina, los megaproyectos representan acoso, despojo y violencia en contra de los campesinos y de quienes les apoyan en la defensa de sus derechos. Un dato es categórico: en 2014, el 75% de los asesinatos de defensores del ambiente y de los derechos de la tierra ocurrieron en Latinoamérica, sobre todo en México, Guatemala, Colombia y Honduras.
Al sesionar al Grupo de Trabajo sobre Derechos Humanos del Consejo de la Unión Europea, el 18 de julio, para analizar el impacto de inversiones europeas a gran escala en América Latina y los mecanismos de protección para los defensores de derechos, se les mostró el siguiente video que, en menos de 8 minutos, expone casos de violencia asociados a la imposición de megaproyectos.
El video fue presentado por Brigadas Internacionales de Paz (Peace Brigades International, PBI) y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
Acerca de los megaproyectos, se incluyen:
-Los parques eólicos en Tehuantepec, Oaxaca, México, y la labor del Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Cobixha [la población desconoce los proyectos y no se realizan consultas públicas];
-La construcción de una hidroeléctrica en el río Chinacla, en Santa Helena, Honduras, y los ataques al movimiento de resistencia indígena Milpah [en 2009 el gobierno entregó en concesión a particulares todos los ríos del país];
-Exportaciones de palma aceitera, ganado y otros productos de Chocó, Colombia, producidos en tierras arrebatadas con violencia a los campesinos.
-Explotación forestal en La Primavera, Guatemala, y la lucha de la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas para conservar los bosques y las tierras de cultivo.
Se refiere como un problema recurrente que las amenazas y los ataques contra defensores de derechos civiles no son investigados; de hecho, su labor tiende a ser criminalizada para allanar el camino a los megaproyectos.
Más información:
PBI México, al lado de los defensores de derechos humanos.
Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
Enedina Rosas Vélez, los megaproyectos y el autoritarismo de Estado.