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Mel Gibson es un eficaz contador de historias. En Hacksaw ridge (Hasta el último hombre, 2016) recrea, con fuertes cargas emotivas, los avatares de Desmond Doss, un soldado estadounidense que durante la Segunda Guerra Mundial participó sin fusil en la toma de un enclave japonés, el acantilado Hacksaw en la codiciada isla de Okinawa. A pesar de ser un objetor de conciencia por motivos religiosos, Doss se unió al ejército de Estados Unidos e incluso se sometió a un juicio para poder ir a la guerra como auxiliar médico y rescatista de heridos en el frente de batalla, tareas que realizó sin armamento alguno.
La voluntad y la fe del soldado le permitieron rescatar decenas de heridos bajo intenso fuego, motivo por el cual fue condecorado con la Medalla de Honor. Su heroísmo fue peculiar: nunca disparó un arma pero fue de gran ayuda para sus compañeros.
Con demenciales escenas, incluso con crudeza visual, el fragor de la batalla es recreado con solvencia por Mel Gibson; lo mismo ocurre al escenificar los contrastes de una época marcada a un tiempo por cierto candor, relaciones bárbaras y violenta escasez. Sin embargo, la intención de exaltar las hazañas del soldado Doss deriva en escenas exageradas que rayan en parodia del cine bélico, como llegar al punto en que un regimiento no desea pelear a menos que lo acompañe el audaz rescatista. Además se incurre en un descuido elemental para este género cinematográfico: nadie utiliza la información crucial que obtiene Doss al quedar atrapado una noche tras las líneas enemigas y haber utilizado para evadirse una compleja red de túneles que empleaban con eficacia las tropas japonesas. Esto último, que sería oro molido para cualquier estratega militar es ignorado en la trama de la película, que se centra en la configuración del héroe-amuleto.
Si bien el argumento da pie a diversos cuestionamientos acerca de la furia destructiva de las guerras, no evita el lugar común de estas cintas: el heroísmo está sólo en un bando y los adversarios son depositarios de los peores sentimientos y las más bajas pasiones.
Con todo, Hacksaw ridge es una buena cinta de entretenimiento que, a pesar de no alcanzar los niveles épicos que logró Mel Gibson con la otrora aclamada Corazón valiente, satisface al público (especialmente el de los países aliados). No es raro que en 2016 el American Film Institute la considerara una de las diez mejores películas del año.
Para la premiación del Oscar 2017, Hacksaw ridge ha sido nominada en las categorías de Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor montaje, Mejor sonido y Mejor edición de sonido.
[ Gerardo Moncada ]Otras nominaciones al Oscar 2017
La La Land
Fences (Barreras)
Hell or high water (Enemigo de todos)
Hidden figures (Figuras ocultas)
Manchester by the sea (Manchester frente al mar)