11 julio 2015.- Para muchos creadores, salir del estudio es una oportunidad para enriquecer su visión y renovar sus propuestas. El proyecto Latin American Roaming Art (LARA) va un poco más lejos: cada año invita a un grupo de artistas a interactuar con comunidades latinoamericanas y, a partir de esa experiencia, generar una o varias piezas. Actualmente, el Museo de Arte Carrillo Gil expone el resultado de la tercera edición LARA 2014/15.
Durante dos semanas de 2014, se congregaron (en un punto geográfico, social y cultural) ocho creadores de distintas nacionalidades y con diversos estilos, tendencias, trayectorias, búsquedas. Fue un experimento para propiciar nuevos puntos de partida en la trayectoria creativa ya existente. Interactuaron con la población local y con otros artistas, historiadores, cronistas, antropólogos, gestores culturales.
Su estancia fue en el Centro de las Artes de San Agustín, Oaxaca, en una región que por un lado vive una compleja dinámica sociocultural y por otro lado conserva costumbres y tradiciones ancestrales, unas muy vivas y otras diluidas, como el aliento de un pasado que lentamente se desvanece.
Las obras
Esa permanencia se aprecia en el video de la mexicana Florencia Guillén, donde el parsimonioso proceso de tejer un gobelino de lana incorpora representaciones gráficas indígenas asociadas a la educación, la salud, los alimentos, la comunidad, la familia y la voz. Las imágenes contrastan con un audio que expone ideas duras de teoría política y sociología, como si cada nudo, cada puntada, cada línea desencadenara un pensamiento crítico, una idea rebelde.
Con dibujo y video, la peruana Rita Ponce de León recrea la cercanía-vinculación-integración de las comunidades indígenas con su territorio, con la naturaleza. Una serie de dibujos a lápiz y tinta expresa esta cosmovisión de humanos con raíces y ramas. El video, producido con integrantes del Espacio Demostravivo Tutla va en el mismo sentido: la colectividad se enlaza desde la profundidad de la tierra hasta la copa de los árboles. Algunos mensajes de la comunidad combinan beligerancia y poesía: “No defendemos la naturaleza; somos la naturaleza que se defiende”… “Nos podan de más y nos dicen que así debemos vivir”.
Las progresiones del colombiano Nicolás Paris dan por resultado “Herramientas para diálogos herráticos”, en las que demuestra los vastos alcances de la creatividad con mínimos elementos. Destacan las piezas generadas con hilo de cáñamo y seguetas comerciales de acero, donde la dureza y tosquedad devienen en gráciles figuras que conjuntan tensión y contorsión.
El panameño Humberto Vélez reconstruye en video la biografía del famoso Mario Montalbán, boxeador que vivió en Oaxaca en la primera mitad del siglo XX. A partir del rescate de filmes resguardados en un archivo local, y con la espléndida música de Nikola Kodjabashia, Vélez crea el video El mago (apodo del boxeador), una pieza que produce una fascinación hipnótica.
La exploración de las ligas entre la literatura y el arte llevó al mexicano Jorge Méndez Blake a recrear un mundo cada vez más segmentado y dividido en sus Proyectos de muros divisorios. Con lápiz de color sobre papel de color muestra lo que hace décadas podría ser un absurdo arquitectónico y ahora es una de las obsesiones de las sociedades contemporáneas, que han cebado sus obsesiones divisorias en expresiones como la de Robert Frost en su poema Mending Wall: “Buenos muros hacen buenos vecinos”. Asimismo, Méndez Blake contruye con acrílicos Mending Wall (precisamente), una pieza luminosa, colorida, espejeante (como pretenden ser las ciudades en la actualidad), pero terrible como sucesión de barreras.
El mexicano Moris (Israel Moreno) también se enfoca en los muros, pero como espacios de expresión colectiva. Con fotografías que rescatan fragmentos de las fachadas de Oaxaca, Moris crea horizontes compactos de abstracciones cromáticas que, al fijar la vista en los detalles, revelan diversos mensajes, unas veces nítidos otras diluidos aunque persistentes debajo de sucesivas capas de pintura. Así, las paredes dan testimonio del acontecer social y cultural, incluso de los intentos de censura.
La boliviana Claudia Joskowicz encontró en varias ciudades mexicanas pancartas con los rostros de los normalistas de Ayotzinapa. Con la idea de las desapariciones y una novedosa versión de la canción La Llorona creó, aprovechando la arquitectura de las calles de Oaxaca, un video poético (un plano-secuencia ralentizado) acerca del dolor de la pérdida y la incertidumbre de la búsqueda. [Más sobre esta pieza en Ayotzinapa en el arte.]
Acerca de LARA
Desde el 2012, LARA (Latin American Roaming Art) funciona como plataforma para propiciar el pensamiento crítico y la interacción con comunidades locales a través del concepto de creación a partir de la experiencia. El proyecto es considerado itinerante (roaming), ya que cada edición tiene lugar en un país distinto sin perder su estrategia central ni su propósito. La primera edición del proyecto se llevó a cabo en Colombia (2012), la segunda en Perú (2013) y la tercera tuvo lugar en México (2014).
El proyecto LARA invita cada año a ocho artistas a participar en una residencia de dos semanas en algún lugar específico de un país latinoamericano. Posteriormente, dos artistas de cada edición son seleccionados para realizar una residencia adicional en el Metropolitan Museum de Manila, Filipinas, así como en FLORA ars+natura, en Bogotá, Colombia. Con base en estas experiencias producen una o varias piezas que se presentan en una exposición colectiva que tiene lugar seis meses después.
[ Gerardo Moncada ]